Desde hace más de cuatro décadas, Silvia Federici ha centrado su energía y dedicado su trabajo a pensar la revolución como una reapropiación-regeneración de las condiciones materiales y simbólicas que garanticen la reproducción social. Esto, que se dice rápido, constituye una de las más radicales críticas a los términos básicos del pensamiento y debate contemporáneo acerca de los caminos, posibilidades y límites de la transformación económica, política y social, que puede desprenderse de las diversas luchas de mujeres y varones en el campo y en las ciudades.